Todo el mundo necesita de vez en cuando hacer algo que tiene que ver con el notario: quiere adquirir una vivienda, frecuentemente con préstamo hipotecario; se va a casar y le gustaría informarse de cuál es el régimen de bienes en el matrimonio; ha pedido un préstamo personal; se ha puesto de acuerdo con otros amigos y va a emprender con ellos un negocio creando una sociedad, tiene que firmar un documento en otra ciudad y no puede desplazarse, hay goteras en su casa y quiere reclamar los gastos a la compañía de seguros, etc.

Los fallecimientos y las consiguientes herencias son también uno de los campos típicos de actuación notarial. Desde el testamento, por el que uno determina quién quiere que sea su heredero y que tiene una variadísima casuística, hasta la forma de distribuir la herencia cuando el fallecimiento ya se ha producido, sucesiones intestadas, legados, etc.

Entre los servicios que ofrecemos a nuestros clientes, podemos ayudarles en todas estas cuestiones y muchas más que van a desembocar finalmente en un documento notarial. Si usted acude a una notaría y expresa su intención de hacer la escritura de un piso que ha comprado o vendido, otorgar un poder, hacer testamento, constituir una sociedad, celebrar capitulaciones matrimoniales (el contrato sobre los bienes en el matrimonio) o cualquier cosa de tipo jurídico relacionada con la contratación privada civil o mercantil, con la vida familiar o con las sucesiones por causa de muerte, podemos estudiar su caso y aconsejarle sobre la forma más conveniente de tratarlo, indicándole las ventajas e inconvenientes de cada opción.